Por. Javier Lugo
@javierlugo21
En la vida comunitaria y en los sentimientos regionalistas que viven los seres humanos de un espacio geográfico delimitado, cuando un miembro de la sociedad resalta por sus conocimientos, logros y virtudes, es motivo que llena de alegría y orgullo a todos sus paisanos, mucho más cuando estas virtudes resaltan al punto de considerarlo un santo, esto es lo que sucede a los trujillanos con el Dr. José Gregorio Hernández, al cual la iglesia católica convirtió en beato hace un año, un 30 de abril de 2021 para alegría de todo el pueblo venezolano y de una forma muy especial de todo el pueblo del Estado Trujillo, su tierra natal.
El Dr. José Gregorio Hernández nació en la aldea de Isnotu Edo. Trujillo, hoy pueblo de Isnotu, el 26 de octubre de 1864, hijo primogénito de Benigno Hernández y Josefa Antonia Cisneros, su infancia transcurrió en un típico hogar campesino trujillano de la época, a los 13 años y luego de la muerte de su madre, su padre le envía a Caracas, la de los techos rojos, para que prosiguiera la formación que había iniciado en su pueblo natal, con 17 años ingresa a la Universidad Central de Venezuela para estudiar medicina y el 29 de junio de 1888 se titula de Doctor en Ciencias Médicas.
A José Gregorio Hernández también se le reconoce como un destacable académico, científico y profesor universitario, así como el responsable de la modernización de la medicina en Venezuela, con el inicio de la medicina experimental y la apertura de las cátedras universitarias de histología normal y patología, fisiología experimental, bacteriología, esta ultima la primera de América, también fue Hernández el responsable de la introducción del uso del microscopio en el país, fallece en la ciudad de Caracas el 19 de junio de 1919, luego de que fuese atropellado por un vehículo mientras acudía a atender a una paciente.
Además de una vida científica y académica memorable, José Gregorio Hernández destaca para el pueblo por sus virtudes de filántropo y por su condición de medico abnegado a sus enfermos sin importar su condición social, con un marcado interés hacia los más pobres que no tenían como pagarle, a quienes atendía gratuitamente y hasta les facilitaba las medinas, hecho este que le otorgó el título de “El Médico de Los Pobres”, es por esta razón que al conocerse su muerte toda Caracas se cubrió de llanto y en la voz del pueblo se exclamaba “A Muerto un Santo”.
El proceso de canonización de José Gregorio Hernández, fue iniciado por la iglesia venezolana en el año de 1949, (treinta años después de su muerte) en el Vaticano, ante el entonces Papa Pio XII, en 1972 es declarado “Siervo de Dios”, primer paso hacia su canonización, en 1986 declarado “Venerable” por el Papa Juan Pablo II, y es el 27 de abril de 2020 cuando se anuncia que la Comisión Teológica del Vaticano aprobó el milagro del venerable sobre la curación de la joven Yaxury Solórzano Ortega la cual había sido impactada por una bala en su cabeza durante un asalto, resultando que el Papa Francisco el 18 de junio de 2020 aprobara su “Beatificación” la cual se celebró en Caracas el 30 de abril de 2021, de la que se conmemora su primer aniversario, quedando solo a un paso de la santidad con su “Canonización”.
Indiferentemente de los protocolos que la iglesia católica tiene establecidos para que José Gregorio Hernández finalmente pueda ser llamado santo, hay una realidad social que es innegable y es que su pueblo desde el primer momento lo declaro “Santo” y pone en el sus esperanzas y su fe para que intercediendo ante dios todo poderoso, les cure de sus enfermedades, por más difíciles y fuertes que están sean.