A LOS CARACHEROS NOS SIGUEN VIENDO LAS CARAS DE BOLSAS

Por. José Gregorio Torres

            Artículo de opinión

Como es costumbre los caracheros ya no dan pie con bola, o sea en criollito, no arrimamos una al mingo, pues mientras algunos continúan haciendo su agosto a costa del erario público,  los pobres y los necesitados habitantes de Carache, seguimos padeciendo por la actitud irresponsables de los que ahora se dedican solo a enviar mensajes de texto, “ POR FAVOR SE AGRADECE TRANSFERIR LA CANTIDAD DE, TANTO, PARA CANCELAR LA BOLSA CLAP, y en algunas oportunidades  con la coletilla, Y TRANSFERIR LA DIFERENCIA PARA PAGAR EL FLETE, y para rematar te dicen, SI NO TRANSFIEREN ANTES DE TAL FECHA, la bolsa no llegará a tiempo. Esto se ha hecho cotidiano y ya no extraña que la fulana bolsa no llegue a tiempo.

Imagen referencial.

Como si fuera, poco y esto es un clamor popular, ahora se suma el problema del Gas, pues hace al igual que la fulana Bolsa CLAP, este ya está como el que  nunca quedo a venir, pero los que si llegaron fueron los mensajes de los ya rayados Jefes de calle, que solo quedaron para ser jefes del celular en el que envían el mensaje, ahora responsables directos de los que se esconden detrás de las cuentas personales donde se depositan los reales,  donde mensualmente reciben de los bancos sus respectivos intereses, intereses que por cierto, no regresan a los que depositan la suma de dinero exigida, pues ni el gas ni los intereses se ven por ningún lado ojala que, esto se lograra corregir porque, mientras el gobierno avala estas acciones ilegales, el pueblo sigue sacrificando sus escasos recursos, otros aprovechan para surtir sus negocios particulares.

Con el riesgo que nos acusen  de incitadores del odio, nos vemos en la imperiosa necesidad de manifestar nuestra inconformidad no solo por la tardanza en la llegada de la bolsa y el gas, sino por la burla con la que, se han acostumbrado a dar respuesta, porque ahora  dicen que las  bolsas que venían para Carache se las mandaron a no sé qué pueblo por el problema de las lluvias. Nos imaginamos que lo mismo sucederá con el gas y la gasolina, la verdad que, con tanta corrupción,  ya estos cuentos chinos no se los cree nadie, pero mientras se siga aplicando por parte de las autoridades competentes, la vista gorda, los vivos de siempre continuarán viéndole a los caracheros la cara de bolsas. ¡Se tenía que decir y se dijo!. 

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