A SEIS AÑOS DE LA MASACRE Y VIOLACIÓN DE DERECHOS HUMANOS DEL ROSARIO EN CARACHE

Por. José Gregorio Torres

Todo comenzó en horas de la tarde del sábado  23 de abril del 2016, en el Sector El Rosario, al final de la callejuela que conduce al Cerro San Juan, van llegando vehículos, motos y con ellos, también los curiosos que acostumbrados a compartir se van agolpando en la humilde vivienda de uno de los vecinos, es una familia extremadamente humilde,  bien conocida, nadie del sector sospecha lo que sucederá esa noche y parte de la madrugada del día siguiente, todo es festivo algo se celebra pero nadie entiende, solo hay música, comentarios a viva voz sobre lo que les lleva a celebrar con tanto alboroto y sin precaución, sin embargo, por versiones de algunos que allí se encontraban observando uno de los celebrantes habría manifestado horas antes no preocuparle algún enfrentamiento con la ley y estar dispuesto a morir de ser necesario, este encuentro sería el último,  ya lo había decretado. 

Gráfica aparecida luego de la masacre del Rosario.

Más tarde, llegarían hasta el lugar otros conocidos, para sumarse al festín, con ellos se van vaciando litros de alcohol, cajas y cajas de cerveza, como la fiesta se hizo más grande el bullicio en el sector también, ya para las seis de la tarde la mayoría se encontraba en condiciones extremadamente etílicas, la fiesta se tornaba más agresiva, es cuando se empiezan a escuchar detonaciones, y descargas de armas automáticas. Es la adrenalina que se hace cargo del ambiente donde los más cautos y sensatos se fueron retirando de la fiesta, para que solo quedaran los más allegados y familiares. Ya para ese momento, las autoridades estaban en alerta, ya que desde hace tiempo hacían seguimiento a la presunta banda que había atracado en varios lugares de Trujillo.

Este suceso tomaría connotación nacional y seria reflejado en el noticiero del canal TELEVEN https://www.youtube.com/watch?v=XGJx2YaW2gM . Ya para las diez de la noche, el lugar se encontraba rodeado de policías; entre esa hora y las cinco de la mañana se hizo para los vecinos interminables, sirenas constantes, ruidos de patrullas recorriendo en el lugar, nada hacía presumir que sería una noche como cualquier noche en el sector, mientras todos se comunicaban entre sí por medio del internet y celulares, quien podría dormir con tanto bullicio que anunciaba un final fatal.

Así fue, no solo para los del Sector, sino para los cuerpos de emergencias historias sin contar, al día siguiente se tornaba desolada la callejuela, cercada por autos policiales, el silencio, la zozobra que produce el no haber dormido en toda la noche los resultados fueron fatales. Tres jóvenes trabajadores inocentes presuntamente, uno menor de edad todos masacrados y ajusticiados solo por el hecho de encontrarse en el lugar equivocado, dos delincuentes pudieron escapar, un efectivo policial fallecido, un tercer miembro de la banda, un efectivo caído en el cumplimiento del deber y el fin de una banda delictiva que azotaba al Estado Trujillo.

Lugar de los hechos del Rosario donde actualmente hay una capilla en memoria de los caídos.

Todo se junta en un momento donde solo la fuerza del estado llora a sus bajas, a eso del medio día cae la última víctima se trata de otro presunto ajusticiamiento y en pleno centro del pueblo. En parte dirá una cosa, “el pueblo sabe la verdad”, fueron días con la ausencia de los Derechos Humanos, días de injusticias. Vecinos cuestionarán un mal procedimiento policial, un maltrato e irrespeto a los cadáveres, darán declaraciones a los medios. El parte oficial dirá lo siguiente: oficial fallecido. Juan Carlos Saavedra, de 32 años, mientras que los abatidos quedaron identificados como Rafael Ramón Montilla Valenzuela; Daniel Alexander Valenzuela Moreno; Jonathan José Gil Cordero; Ismael Magallan Valenzuela Moreno y Jonathan José Albarrán Briceño. Así se contó y así se quedó, mientras los vecinos aún esperan que se diga toda la verdad.

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