Por. Javier Lugo
@javierlugo21
Chirgua, imbaque, escudilla, tinaja, cantaros, cazuela, budares, sartenes, ollas, son algunos de los nombres de los implementos de trabajo y de las creaciones artesanales que se realizan en “Betichope” comunidad artesanal del Municipio Carache, ubicada a muy poca distancia de la población de La Concepción, los artesanos que allí habitan, resaltan entre todos los de nuestro Estado Trujillo e incluso en los de Venezuela, y no es que esta sea una afirmación regionalista de alguien que ama y gusta de la cultura de Carache, si no que el barro que moldean las mujeres y hombres de Betichope, cuenta con el reconocimiento de innumerables instituciones culturales y de especialistas en la materia, de carácter regional y nacional, ya que estos artesanos siguen realizando sus creaciones como lo hacían nuestros ancestros prehistóricos, los indígenas, cientos de años atrás, presidiendo de todo tipo de instrumentación moderna para su modelado, con técnicas que solo se aprecian en las cerámicas precolombinas, y con instrumentos que ellos mismos construyen con elementos de la naturaleza, como taparas y utilizando hojas y palitos.
El Betichope de hoy, es una remembranza del “Betichope Viejo” que se encontraba enclavado en las montañas campesinas y distantes, el cual fue trasladado con su nombre, parte de su gente y el conocimiento ancestral legado a sus hijos, que con las manos hacen de la tierra y el agua convertida en barro, utensilios, adornos y obras de arte, cocidos al fuego.
Betichope te impacta desde el primer momento por su sencillez, la cordialidad de su gente y por las maravillosas historias y artesanías que encontraras, hechas en su gran mayoría por mujeres y algunos hombres que hacen de este sitio y sus creaciones una verdadera maravilla para propios y extraños.
¿Pero que hace de Betichope, su gente y sus artesanías, alto tan especial?
¿Cuáles son los elementos culturales y ancestrales que allí habitan?
En la segunda parte de este artículo, estaremos dando respuesta a estas interrogantes. Nos leemos el próximo domingo.