Por. José Gregorio Torres
De la memoria poscolonial, se logró extraer un párrafo traducido de los apuntes que hiciera el importante científico alemán, Carlos Fernando Appun, quien en uno de sus recorridos por Trujillo, en el año 1857 dejó una breve e importante anotación sobre las características que para ese momento presentaba el pueblo de Carache y sus entornos. Traducción realizada por la Dra. Federica de Ritter y publicada por la Universidad Central de Venezuela con el título EN LOS TRÓPICOS y el cual en su Capítulo VII, titula, Curazao y Maracaibo. En el cual se relata con detalle el recorrido que hiciera este importante botánico alemán, por tierras trujillanas, desde Puerto Cabello, el 20 de julio de 1857. En el mismo recoge detalladamente, su accidentado pero fructífero recorrido por el Occidente Venezolano.
Su viaje lo obliga a trasladarse desde el centro del País, en barco desde Puerto Cabello hasta la Isla Holandesa de Curazao Chico, para navegar hasta llegar a Coro y luego al Lago de Maracaibo, desde donde se embarca nuevamente para finalmente desembarcar en El puerto de la Ceiba en Trujillo. Desde allí comenzar por tierra su recorrido que lo lleva a conocer desde ese punto parte de la sierra andina pasando por Betijoque, Escuque, Valera, Motatàn, y Trujillo, siendo el último pueblo, Carache para luego internarse en el estado Lara, bajando por los Humocaro Alto y bajo, hasta dirigirse al Tocuyo. Importante resaltar, que a la altura de montañas entre Las Palmas de Agua de Obispo- Humocaro Alto, hace referencia detallada de las características y existencia del Oso Frontino.
De Carache dirá lo siguiente: “Carache es una ciudad muy pequeña con pocas calles, pero tiene una plaza grande formada por calles mejor construidas, donde hay algunas tiendas de considerable importancia. Dos grandes Caminos salen de allí: uno por el Tocuyo, Barquisimeto y la Costa; el otro a Bocono; debido a, lo cual hay algo de comercio y bienestar en la ciudad”. Dijo de la Botánica, que existía una gran variedad en orquídeas, así como la particularidad en frutas como la sapota, mamey y la chirimoya, de lo cual destacó su esplendidez en sabor y aroma. Dos días refleja su estadía en el poblado, en el que resaltó la compañía de dos italianos provenientes de Bocono y con quienes compartió agradablemente.
Que importante y bonito cuando se exalta la historia de los pueblos