Por. José Gregorio Torres
En Carache, pareciera que los proyectos están destinados a sufrir de olvido o decidía, sea cual sea el motivo o las causas, pero la impresión que da es que las personas se han convertido en conformistas crónicos, esto con respecto a una gran cantidad de construcciones o edificaciones que de una u otra manera son o deberían ser de utilidad pública, pues mientras no haya amor propio, sentido de pertenencia, voluntad, entusiasmo en hacer las cosas, estas seguramente se van quedando en el camino, no es que no haya interés o deseos que esto sea diferente, sino que a los caracheros les cuesta mucho asumir en colectivo el trabajo, porque siempre habrá quien esté de acuerdo o no con un determinado objetivo.
En el caso de política ha sido para Carache, el más perjudicial de los elementos, pues cuando un gobierno comienza una obra, el que llega no lo quiere terminar para no darle el crédito al que la inició, eso para empezar, pero detrás de eso, también está el personalismo y una serie de causas, conductas humanas que lamentablemente, terminan por destruir algo que pudo ser de gran ultimidad para el colectivo, así es como se ha vivido todos estos años de democracia y de arroz con mango donde no se sabe si es socialismo o es comunismo, lo cierto es que por esas estupideces y mezquindades humanas es que los pueblos no avanzan.
Puntualmente, es necesario hacer mención al caso de la construcción que fue iniciada por el progresista, emprendedor, Padre Francisco Linares, quien escuchó a sus feligreses y consciente de la necesidad de aprovechar un espacio propiedad de la Parroquia, el que en varias oportunidades había sido intento de invasión, emprendió con recursos de la comunidad y otros, con el fin de ampliar la capilla “Nuestra Señora del Carmen” o del “Santo Sepulcro” en el sector el Bucarito, y los que caminaron a buen ritmo hasta que nos cayó la modorra, de allí no paso, unas cuantas paredes para dividir un baño y una sacristía, así como un depósito para los ornamentos, pero nunca se llegó a terminar, pues entre una nueva gerencia y otras iniciativas innovadoras de los nuevos administradores parroquiales, esto nunca se llegó a cristalizar, hoy por hoy los vecinos del Sector miran diariamente con indolencia como se está convirtiendo cada día en un vertedero de basura, parte de esa capilla y sin más doliente que aquellos a quienes les surgió la idea un día de aprovechar estos espacios. Sea oportuna la presente fecha para pedir a la Virgen del Carmen que llene de entusiasmo, iniciativas a los feligreses y junto a su pastor, guía, se retome este hermoso proyecto para el cual seguramente, no faltaran colaboradores, pues bien que se lo merecen los feligreses del Bucarito y de la Parroquia Carache.