Por. José Gregorio Torres
Las luchas obreras desde siempre han dignificado al trabajador, no han sido los gobiernos en ninguna parte del mundo, los que voluntariamente han dado su brazo a torcer con respecto a los beneficios que la clase obrera se ha ganado con esfuerzo y como es un derecho universal el bienestar del ser humano, estas luchas no se circunscriben a ningún circulo ni a una determinada élite u organización política ni social, pues son luchas individuales, así como sus derechos y los que se encuentran refrendados en constituciones y leyes de las repúblicas del mundo. Estos mismos derechos que hoy el gobierno nacional a través de sus órganos inquisidores y aplicando estrategias criminales, ha venido desmejorando y con ello atentando contra, la vida, la salud y la integridad de la sociedad venezolana.
Lamentablemente, en Carache no hay mucho que decir en esta materia pues son pocos los que se atreven a salir a defender sus derechos, a pesar que le están siendo pisoteados y confiscados sin que haya una verdadera representación que les oriente, dirija en una verdadera lucha, sindicatos que esperan sumisos que el gobierno les reconozca sus beneficios ya ganados con años de lucha de otros, y esperando sentados a que una desconcertada e independiente muchedumbre de trabajadores decidiera por su propia cuenta trasladarse hasta la capital para pedir por sus reivindicaciones, es que los representantes sindicales ahora en su mayoría, prefieren pintarse de rosado y no asumir con férrea lucha, con moral y luces, los principios del verdadero sindicalismo de calle.
Para nadie es un secreto, que entre las paredes de sus aposentos dicen cualquier cantidad de cosas contra el gobierno, saben que todos los trabajadores públicos están sufriendo por las malas políticas del gobierno, sin embargo, al parecer lo que paso este fin de semana y lo que se ha venido alimentando desde las redes sociales, el gobierno y su instrumento macabro de la ONAPRE, (chino de RECADDI), junto a los sindicatos pro gubernamentales, se han visto en la necesidad de retroceder en algunas medidas confiscadoras del salario, han decidido, reconocer, cancelar el bono vacacional como debió ser sin tener que pasar por este trauma, cosa que ya fue declarada públicamente por el gobierno, que marca un antes y un después para los que pretenden seguir apretando la cuerda, pues ahora, al parecer esa misma cuerda se ha pasado para el cuello de los sindicatos del mismo gobierno, “amanecerá y veremos” dice el dicho y los trabajadores solo están esperando que el gobierno coja el carril y empiece a responder al pueblo trabajador que es un 80% votante y cada día más claro en quien defiende sus derechos constitucionales o quien se los confisca cada día más.