DE LOS DOS CENTENARIOS SAMANES DE CARACHE, SOLO QUEDA UNO DE PIE

Por. José Gregorio Torres

Pocas cosas se han podido salvar de la historia de Carache, entre ellas la de los históricos samanes que tiene mucho que ver con esa idiosincrasia del carachero, le da valor a lo místico, esotérico de las cosas, es allí donde el simbolismo se hace presente para reflexionar en cuanto a la estratégica ubicación de los dos únicos samanes existentes en la población, los que posiblemente, pudieron ser plantados como punto de referencia por  acontecimientos históricos de relevancia para la población, pero que hasta ahora lamentablemente, no se han encontrado registros de sus nacimientos. Llamando poderosamente la atención en primer lugar, su ubicación, ya que uno de ellos se encuentra aun de pie frente la capilla de la Virgen del Carmen entrada que fue del Cementerio Norte, hoy La Plaza Antonio José Pacheco, del Bucarito, los que a principios del siglo pasado fue entrada y salida de los grandes arreos de mulas cargados con mercancía hacia el vecino Estado Lara.

Gráfica referencial.

Luego, el segundo Samán hoy extinto, el cual se encontraba ubicado al Sur, de la población, igualmente entrada y salida en el Sector La Pandita y del pueblo hacia el resto de los estados del país,  principalmente, a la capital del Estado Trujillo, seguramente, los dos simbólicos árboles fueron sembrados al mismo tiempo,  por las pocas referencias existentes pudieran tener más de cien años, para referirse al Samán de La Pandita, dos grandes y virtuosos poetas hicieron galas de sus plumas para escribir sobre este último, por su significado, su simbología, ellos fueron Antonio José Pacheco Colmenares  y Tito Castellano, también registraron su existencia grandes amantes de la fotografía, así como el pincel de destacados pintores, quienes dejaron para la posteridad sus imágenes.

En la actualidad, no fue posible que se respetara la decisión de re sembrar otro Samán para reponer el anterior, el cual lamentablemente, fue víctima de la mano de alguien que no reconoció su valor histórico matando su vitalidad inyectándole gasoil bajo las sombras de la noche, dejando a todo un pueblo en orfandad, coartando la vida del histórico samán de la Pandita, o el Samán del Adiós como lo llamara el poeta Dr. Antonio José Pacheco Colmenares, pues fueron más de cien años de vida despidiendo a los vivos y a los muertos, pues durante muchos años ha sido lugar de salida y punto de referencia  para despedir a visitantes pero también a quienes por naturaleza culminan sus días para marcharse al descanso eterno.

Lamentablemente, el esfuerzo de algunos vecinos por replantar un nuevo Samán y hacer justicia con la naturaleza y la historia no fue posible pues como si el mismo Samán, no aceptara la reconciliación, este luego de estar floreciente sin saber por cuales razones, un día desapareció y con él la esperanza de reescribirse la historia del centenario Samán de La Pandita, toca hoy cuidar el que aún queda como referencia de los dos grandes  Colosos naturales que durante más de cien años se erigieron guardianes del pueblo y los habitantes de Carache.

   

Gráfica referencial.

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