Por. José Gregorio Torres
Como siempre se ha dicho, Carache para su suerte o para su mala suerte, siempre se ha visto vinculado con los acontecimientos históricos en el proceso evolutivo del país, por ser así no se puede pretender que en estos momentos en que el propio Gobierno ha tomado la decisión desde su principal tribunal político el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), de decidir quiénes son los culpables de la corrupción chavista o madurista, lo cierto de todo esto es que, las costuras siguen expuestas y por lo tanto, continua el debilitamiento del poder revolucionario, pues nada debilita más a un estado, que la desconfianza creada desde las propias autoridades que dirigen este proceso.
Para nadie es un secreto, que en el gobierno revolucionario, se ha venido construyendo una estructura, para empoderarse de los recursos del Estado y construir desde Venezuela una Revolución financiada con los bienes que le pertenecen al pueblo venezolano, esto ha permitido que los grupos políticos, que se conformaron en torno a la revolución, se adueñaran de los recursos que deberían estar dirigidos al fortalecimiento de esa Revolución, mal llamada Bolivariana, porque a saber, para muchos ya el espíritu del Libertador, ha manifestado su improbidad a este aberrante sistema que busca imponerse contra la democracia y las libertades políticas.
En Carache también se aspira ver llegar la justicia tarde o temprano, porque los tentáculos de esa conspiración contra el pueblo, pese a que detrás de todo esto, se escoden intereses abaladas por leyes interpretadas de acuerdo a la conveniencia de quien las aplica seguramente, en algún lugar en alguna parte del procesos, aparecerán los testaferros, tal vez los que aparentan no ser detectados, pero que en el caso de Carache han mostrado sus buenos y jugosos beneficios y no serán seguramente una sorpresa para nadie, pues ¿quién no se conoce en el pueblo? y como han venido haciendo sus pequeñas fortunas, pero corresponderá a la Contraloría y a los tribunales determinar quiénes son y cuanto es el daño que le han causado al municipio y a la nación, pues surgirán obras pagadas sin concluir, dineros asignados para cualquier desarrollo y créditos, que nunca fueron realizados ni otorgados. En el Caso de Carache, corresponde a las actuales autoridades, impulsar ese proceso, que, sin duda, evitaría la continuidad de estas malas practicas administrativas.