HERCULES SANTILLI Y TOMAS GODOY FORMAN PARTE DE LA HUELLA QUE DEJÓ EL CINE EN CARACHE

Por.  José Gregorio Torres

 Continuando con el tema sobre el cine en Carache el cual gentilmente narra la Licenciada Miriam Godoy, en esta segunda entrega se destaca el significativo aporte de otro importante personaje de Carache, que con el tiempo se convertiría también en su cronista por su obra pictórica Don Tomas Godoy. La narradora expresa: “Muy presente tengo a mi padre quien se encargaba de ir a Valera a buscar el carrete, lleno de cintas transparentes pero cargadas de vida y movimiento, igual escuchaba mencionar a un señor llamado Amable, quien junto con mi padre, andaba haciendo cultura para acercarnos a la cinematografía. Para mí, siempre fue misterioso ese espectáculo. No olvido que las personas, en muchas ocasiones, caminaban con sus sillas porque no habían butacas, tal vez unas bancas un tanto cortas pero no estaban al alcance o no eran suficientes para el número de personas que asistían al cine de Carache”.

Lic. Miriam Godoy destacada educadora carachense.

“Así recuerdo esos episodios. Bien pudiera reseñar anécdotas pero hago énfasis en la memoria escrita de todos los acontecimientos de mi pueblo y lamento no conseguir referencias específicas del momento y la historia del cine. Recuerdo que una vez colocaron un aviso en la plaza donde se reseñaba “Cerrado por Duelo”  pasó alguien y dijo “Vamos esta noche, debe ser muy triste” y resulta que se la había muerto la mamá a uno de los dueños del cine y por eso permanecería cerrado. Así, hay algunos recuerdos, igual, jovencitas que se trepaban por los techos de las casas cercanas al patio del cine, escondidas y calladitas para ver escenas, tal vez no permitidas dentro de su inocencia. Allí radica la importancia de escribir esa historia regional y local, muy significativa para sabernos en un tiempo y en un espacio”

 Continua: “Vivencio, en mis años de infancia y en las habladurías de los mayores que se veían películas religiosas, vaqueras, de misterios, muy mejicanas, con canciones que pasaban a ser parte del repertorio musical de cantantes y serenateros, por ejemplo “Allá en el Rancho Grande” “Un viejo amor” “La Barca de Oro” “La Negra Noche” “Quiéreme Mucho” , entre tantas otras. Desde 1942 recibimos esa influencia del cine en el estado Trujillo, hubo entusiasmo. Se convertía en un espacio familiar, sencillo e interesante. Películas y  personajes como Tarzán, El Llanero Solitario, Vaqueras con Roy Roger, mejicanas como Viruta y Capulina, La Tongolele, mujer exuberante y provocativa (cada vez que salía en la pantalla, los cinéfilos decían “cuadro, cuadro” para que saliera su cuerpo completo, igual el gran Pedro Infante, Jorge Negrete, Arturo de Córdoba, Libertad Lamarque y muchas más de tipo religioso, tal como La Pasión de Cristo, el Peñón de las Animas, todo dentro de lo religioso y lo pagano”).

El reconocido pintor carachense Tomas Godoy.

“Y así continuaba la vida del cine en Carache. Luego paso a ser propiedad de Hércules Santilli, quien lo modernizo, se construyó un buen y confortable espacio con equipos adaptados a la tecnología del momento. El pueblo siguió marcando su marcha en vespertina y noche, llegaron las películas asiáticas, el kung Fu, los documentales, cine infantil y más…No sé cuál fue la razón por la cual desapareció nuestro cine, ahora convertido en Teatro Municipal, un lugar sumado al silencio, refugio de un museo que existió como patrimonio local y nunca más lo vimos. Salvaguardar nuestra historia y nuestras vivencias no tiene precio, solo emociones, nuestra juventud tiene derecho a saberse detrás de una historia local a través de la palabra escrita para valorar la significancia de acontecimientos de un pueblo hermoso, cuentista  Miriam J. Godoy Espinoza, 21 octubre de 2018.

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