JESÚS MARÍA DURÁN CARACHERO QUE VENCIÓ AL TIEMPO

Por. José Gregorio Torres

Por allá por el año 1929, en un caserío escaso de pobladores, pero con mucha herencia, bautizado con el nombre del santo que honra el séptimo día, Santo Domingo, principal altar de los aborígenes, allí vino al mundo ayudado por una comadrona, Jesús María Durán, eran tiempos en que las calles de Carache aun conservaban sus antiguas piedras y sus desagües coloniales, cuando las rutas que conducían al pueblo, desde sus conucos, eran solo caminos de recuas, tiempos de casas, paredes cubiertas de broza y pañetes de barro, comunidad de hombres curtidos de ancestros, de historias sencillas pero cargadas de pueblo, allí había nacido hace 93 años, lo trajo al mundo Leonarda Durán, su padre Nicasio Navarro, campesinos también de raigambre indígena, labradores de la tierra. Con tan solo siete años en 1936, llega a Carache junto a sus progenitores, pero no trae mayores expectativas pues está acostumbrado a la faena, al trabajo rustico, el que no necesita mayores conocimientos teóricos sino prácticos.

Jesús María Durán (Che María)

 Se radicó en una vieja casa de tejas del Bucarito, comienza a servir en las casas de los más pudientes del pueblo, hasta que se compra un burro con el que inicia una nueva actividad, pues pasa a ser hombre de mandados comerciante de Leña y jallo, también carga en latas el agua para la casa desde el río y para la venta, mientras su madre se encarga de lavar y planchar ajeno, Jesús María, recordaba que de niño venia al Valle de San Juan Bautista antes de quedarse en él, y como se amarraban las bestias al pie del mamón en la plaza frente a la iglesia los días del patrón, también recordaba con respeto y admiración a algunas personas que le fueron útiles en su aprendizaje, entre ellos habló de Jesús María Piedra,  Ramón Ponce,  Antonio Torres, a quienes recuerda con esta frase “ Ahí está sentado”, como una manera muy particular de evocarlos y hacerlos volver en el tiempo, claro está, ya junto a él, son difuntos, pero el recuerdo de Che María los revivía.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *