Por. Javier Lugo
@javierlugo21
La iglesia católica venezolana, especialmente la trujillana se encuentra de fiesta para celebrar por segundo año consecutivo la fiesta litúrgica del beato trujillano el Dr. José Gregorio Hernández, que se conmemora en ocasión de la fecha de su nacimiento, gracias a las gestiones y petición que el Excelentísimo Cardenal Baltazar Porras realizara y que el Papa Francisco autorizara, ya que por lo general la fiesta litúrgica de las beatos y santos se celebra el día de su partida a la casa del padre.
El Beato Dr. José Gregorio Hernández Cisneros nació en la población trujillana de Isnotu un 26 de octubre del año de 1864, hijo primogénito de Benigno Hernández Manzaneda y Josefa Antonia Cisneros, sus primeros años pasaron en la población de su nacimiento, la cual era accesible solo a lomo de bestia en aquellos tiempos, sus padres de profundas convicciones cristianas le enseñaron desde muy pequeño la doctrina de la fe, por lo cual a la par de la instrucción básica y de estudiar lenguaje y números, Hernández también estudiaba historia sagrada y catecismo.
La calle en donde se encontraba la casa campesina de José Gregorio Hernández, era la del Rosario en Isnotu, allí despertaba todos los días con el toque de una campana, para posteriormente rezar junto a la familia el Angelus, dar gracias a dios por la bendición del sueño y ofrecerle las obras del día que se estaba iniciando. Cuando estuvo más grande el Dr. José Gregorio Hernández fue llevado por sus padres a la escuela del pueblo, donde el maestro Pedro Celestino Sánchez continúo modelando la mente y carácter de José Gregorio en armonía con las enseñanzas que recibía de su padre, su madre y su tía María Luisa.
Tras la muerte de su madre en 1872 y cuando José Gregorio Hernández tenía ya trece años, este parte de su pueblo de Isnotu en donde había pasado toda su vida, hacia la ciudad de Caracas (una metrópoli de apenas 60.000 habitantes) enviado por su padre para continuar sus estudios de secundaria, en el Colegio Villegas, del cual se graduó de Bachiller en 1882, ingresando con tan solo 17 años a la Universidad Central de Venezuela, de la que se graduó de Doctor en Medicina en 1888 regresa a su pueblo de Isnotu en donde ejerce la medicina por un tiempo hasta que nuevamente parte a la capital.
El Beato Dr. José Gregorio Hernández Cisneros es conocido en el mundo académico como el modernizador de la medicina en Venezuela, por los adelantos científicos y de estudios que trajo al país, pero principalmente es conocido como el “Medico de los Pobres” por su bondad y misericordia cristiana que en el ejercicio de su profesión, siempre mantuvo con los más desvalidos y pobres que acudían a él buscando alivio y sanación, a los que siempre ayudaba y atendía gratuitamente facilitándoles medicinas, y que tras su fáctico deceso un 29 de junio de 1919, inconsolables exclamaban “a muerto un santo”.
El Dr. José Gregorio Hernández es el cuarto beato venezolano, después de las Beatas Madre María de San José, Madre Candelaria de San José y la Madre Carmen Rendiles, pero también puede convertirse en el Primer Santo de Venezuela, al encontrase su proceso de Canonización muy adelantado con los milagros exigidos por la Santa Sede, y que el Papa Francisco que se ha convertido en un gran amigo de la causa del beato trujillano, remitió con carácter de urgencia a la Congregación para la Causa de los Santos del Vaticano, la cual podría declarar como verdaderos estos milagros y el Papa declarar su canonización, posiblemente y por la gracia de Dios en un tiempo menor a un año, para que la iglesia al fin pueda llamarle “San Dr. José Gregorio Hernández”.
