LA URNA COMUNISTA, PODRIA VOLVER A SER UTILIZADA POR LOS CARACHEROS

Por. José Gregorio Torres

Hace poco más de un siglo, la modalidad de la Urna Comunitaria, era un constante y normal practica que tenían los pueblos de Venezuela para enterrar a sus muertos, a pesar de la palabra comunitaria era la manera de llamar a este importante e imprescindible instrumento sepulcral, en el caso de Trujillo y en particular en Carache, solo se aplicaba a las grandes mayorías que significaban el 80 % de la población pobre, la que ocupaba una gran parte de las comunidades y caseríos aledaños al municipio, en algunos casos a los sectores más desasistidos de la sociedad. Sus barrios, cerros, campos. Así eran eso tiempos de la Venezuela rural donde la necesidad, ignorancia formaban parte de su idiosincrasia y de lo cotidiano.

Gráfica referencial de un entierro del siglo pasado.

 Hoy luego de un siglo de esas historias oscurantistas y en pleno siglo XXI, donde los ciudadanos se sumergen  diariamente en la navegación cibernética y digital, la que se hace cada día más universal, el país se ve en situaciones tan dramáticas como las que actualmente se viven en las familias venezolanas, donde si comes no adquieres los medicamentos o si adquieres los medicamentos no comes, en esta disyuntiva en la que muchos dirían en otros tiempos la expresión que sería mejor morirse, frase por cierto, que no debería caber en el vocabulario cristiano, pero no falta quien la use como excusa y cobardía.

Lamentablemente, la situación del país aún no lleva a tan degradante situación,  las familias aun las más pobres prefieren endeudarse, pero cumplir con la dignidad del difunto. ¿En que consiste el cajón o urna comunitaria ? era una urna tosca pero de muy buena madera, con la cual una comunidad entera, se encargaba de velar, enterrar a sus muertos,  la cual podía durar años de uso, en ella se colocaba el cadáver del occiso con sus respectivas mortajas, pero antes el difunto se lavaba y luego se le colocaba, vía oral unos cuantos litros de Cal diluida con agua sal, lo que venía a sustituir el hoy tan famosos y costoso Formol, esto permitía que en 24 hora el cadáver se pudiera mantener mientras se le realizaban las exequias, claro está que esto ya había sido superado por los más pudientes, quienes si tenían acceso a buenas urnas y a los líquidos sofisticados ya utilizados en la antigüedad por los egipcios.

Gráfica donde se aprecia una urna de cartón.

Fueron muchos los cajones forrados de fieltro que pasaron por las calles de Carache llevados en andas colgando de una vara de madera de cedro o sobre una carreta de madera o en mulas. Así fueron esos tiempos, que los Caracheros se niegan a retroceder. Es cuestión de dignidad humana y derecho a un mejor vivir. Pero ante la triste  posibilidad de una urna de cartón, sería preferible una sardina o una urna comunitaria hoy bien llamada comunista o socialista.

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