Por. José Gregorio Torres
Nadie se imagina que en medio de tanta precariedad en la que pareciera que se ha perdido toda esperanza y hasta la manera de caminar como dice un dicho popular, en Carache se están viendo algunas acciones que dicen todo lo contrario, alientan a otros a hacer algo más por el prójimo, es que si todos asumiéramos similares conductas y cambiáramos un poquito la soberbia, la vanidad, el egoísmo por otro lado la piedad, humildad y solidaridad, las cosas en nuestro entorno se harían más llevaderas, hasta las energías negativas, se convertirían en cantidades de energías positivas, beneficiando así a cada uno de quienes habitamos esta hermosa y gran esfera azul, para lograrlo se debe comenzar en algún lugar ya en Carache podemos ver que de alguna manera esto está sucediendo.
Tal es el caso de la ciudadana Luisa Rodríguez, a la que Elcarachero.com ha querido visitar para conocer y dar a conocer parte de su historia. La ciudadana Luisa nació en Carache hace poco más de cinco décadas, hija de Aida Pimentel y Luis Hebres Rodríguez, vecino de esta población Luisa no estudio sino hasta la primaria pero eso le ha bastado para defenderse, sobrevivir con las costumbres y tradiciones de su pueblo, ha sido desde muy joven una mujer luchadora que le ha tocado duro pero sin quejarse mucho, ha salido adelante tiene sus hijos y nietos, cada uno de ellos han hecho su vida de la misma manera, pero también manteniendo el carácter fundamental que les caracteriza, ser una familia solidaria en todo cuanto se emprende en sus comunidades, así es Luisa a quien visitamos en su casa en el Cerro San Juan, parte alta de la Urbanización el Rosario.
El pasado 4 de octubre se celebró el Día Mundial de los Animales, una fecha promovida por la Organización Mundial de Protección Animal, con el objetivo de frenar el maltrato a estos seres indefensos, la intención de visitar a la Señora Luisa es porque nos enteramos que ella se ha convertido en una empedernida protectora y benefactora de los caninos callejeros de Carache, esta mujer que sin recursos pero con un gran amor por estos seres vivos a quienes considera tan importante como un ser humano como si de su propia familia se tratara, ella hace lo que todo padre o madre amorosa con sus hijos, los baña, los cura los atiende y sobre todo, les da cariño, así es Luisa, una mujer sensible con un gran corazón se podría decir con el espíritu de Anubis, el mitológico Dios griego.
En su humilde hogar lleno de vida da cobijo a aquellos animalitos carentes de atención y de afecto, Luisa se ha convertido en Carache en la benefactora de estos animalitos a los cuales ha llorado incontables veces cuando le ha tocado despedirlos y enterrarlos en su propio patio. No es una millonaria excéntrica, no tiene fortuna que heredarles, pero en cambio todo lo poco que tiene es para esos pobres seres a los que muchos tratan sin consideración y que gracias a esta noble mujer hoy pueden contar con alguien que los cuida y les da cariño, pues en conclusión para Luisa el mejor amigo del hombre es el perro y para los perros la mejor amiga es Luisa Rodríguez Pimentel. Para ella es este reconocimiento a su profunda humanidad.
Definitivamente, el mundo necesita más personas como ella…
Sólo un detalle: Anubis NO es un Dios de la mitología griega. Anubis es el Dios del inframundo, en la mitología egipcia.