Por. José Gregorio Torres
Si bien el deporte en Carache está haciendo un esfuerzo por mantener sus actividades, a pesar de la carencia de apoyo por parte de Gobierno Nacional, y la preocupación mostrada por la actual directiva del Instituto Municipal del Deporte, no es menos cierto que algunas situaciones deben llamar nuestra atención y darle la prioridad, la emergencia necesaria, ya que se trata de una situación real que amenaza con la posibilidad que se convierta en un verdadero peligro para quienes hoy cumplen con una actividad tan importante como es el deporte, en esta oportunidad, el carachero.com hizo un recorrido por el Estadio Don Luis García Gaona, donde se pudo constatar la condición que presentan catorce metros de pared aproximadamente las cuales amenazan con desplomarse.
Esto no sería de gran relevancia si no fuera por la gran cantidad de jóvenes adolescentes y adultos que actualmente realizan actividades deportivas diarias en el estadio, sumándose a esto el hecho que en el tramo de la afectación se encuentra una puerta de acceso al terreno deportivo, como se puede apreciar en la gráfica, esta situación ya viene desde hace mucho tiempo, pues en la parte superior de la viga de corona, existe un remiendo como refuerzo pero que en nada evita el progresivo declive de la pared y el cual ya es excesivamente pronunciado, cuando se preguntó sobre la situación a un transeúnte, la respuesta es que este problema viene desde hace mucho tiempo y que todavía la pared no se va a caer.
Sin embargo, otras personas con mayores conocimientos y preocupados prefieren pensar que nadie es adivino, que la pared puede desplomarse en cualquier momento por los años que tiene llevando sol y agua, agregando que, además, lo más lógico es tomar medidas preventivas. Seguramente, ya existen propuestas a las que este medio puede sumarse con la posibilidad que un grupo numeroso pueda colaborar con un bloque cada uno y sumado a los esfuerzos de Instituto Municipal de Deporte y otros colaboradores, se puedan sustituir esos catorce metros de pared y salvar los casi 86 metros restantes aproximadamente, evitando una posterior eventualidad de emergencia. Esto si existe voluntad por parte de la comunidad de quienes hoy se benefician de esta actividad tan esencial para nuestros niños, jóvenes y adolescentes. Es una cuestión de Conciencia.