Por. José Gregorio Torres
Todo cambio en principio genera resistencia, más por lo que se desconoce, o por cualquier otra situación que no pueda ser superada. Hay que empezar por entender que para bien o para mal, aquí todos se conocen y como se dice en el argot popular, ya se sabe cómo se bate el cobre, esto, si es válido para el momento en que las partes involucradas tengan la oportunidad seria de sentarse para tomar posiciones, donde no se impongan las actitudes anacrónicas e irrenunciables, porque sin duda, cada quien tratará de imponer sus razones y es allí donde nada puede acordarse y por lo tanto, no se aportaría nada a la búsqueda de una solución a un conflicto sea cual sea.
Sería conveniente que una comisión mediadora funcione como un árbitro entre las autoridades legítimas que han asumido como es de ley, la administración del deporte oficial en el Municipio, donde se ha dejado ver la buena intención, clara concepción de lo que debe ser una buena gerencia en el área del deporte y el sano funcionamiento de esta actividad. Divorciándolo del uso del alcohol en las actividades deportivas sea de adultos o de niños, esto no tiene discusión y es apoyado por todos los que tiene uso de razón, pero por otro lado, quienes de una manera u otra se sienten vinculados y agredidos por estas medidas que son legales pero anti populares, lo que hace recordar cuando se buscó atentar contra la popular catira bien fría, y a la que el pueblo respondió “CHAVEZ CON MI CATIRA NO TE METAS”.
Así es en este caso, por una parte, los que quieren aplicar justamente la ley para salvaguarda de la infancia y los deportistas que ven la necesidad de utilizar el licor como renta que financie, gran parte de sus actividades, para nadie es un secreto que de manera abierta, siempre se ha utilizado el deporte para conseguir los recursos que no garantiza el estado, pero también bastante daño ha causado el alcoholismo en el deporte en Carache, en todo caso, las dos partes están en su derecho de exigir respeto a sus posturas, aun cuando una de las dos debe reconocer que hay prioridades, se deben asumir antes de continuar equivocados, pues sería como decir y valga la distancia, que en Colombia no debería financiarse la sustitución de los cultivos, porque la siembra ilegal da más dinero que cualquier otra siembra. En definitiva, hay que tener hijos y quererlos como a nada, para entender, que es lo que hay que hacer en estos casos, es que todos van en el mismo barco y deben remar con la misma sincronización. Esto lo saben más que ninguno los deportistas.