Por. José Gregorio Torres
En estos días de recogimiento espiritual la comunidad católica cristiana en el mundo, se reúne en torno al conocimiento más importante de la vida del judío y Galileo Jesús de Nazareno, reconocido por la iglesia católica como el fundador de esta y propulsor de uno de los movimientos políticos y religiosos más importantes en estos últimos veinte siglos de historia de la humanidad, este hombre que creo una nueva doctrina basada en los Diez mandamientos sumando el décimo primer mandamiento con el cual edifica una nueva forma de ver a Dios, sin temor, sin distancias y sin rencores, el evangelio del Amor con el cual los Cristianos, se acogen a la verdad de este evangelio y adquieren por derecho la absolución de sus faltas, el derecho a una vida en gloria después de la muerte.
En Carache la casa principal de adoración y veneración es el templo de San Juan Bautista, el cual la pura magnificencia de su construcción, le da la majestad y le confiere el respeto de los seguidores de Jesús, en este hermoso templo erigido hace más de medio siglo, se encuentra el más sagrado de los monumentos dedicados al Espíritu Santo, al Santísimo Sacramento del Altar, nadie que se llame Cristiano puede ignorar su existencia, su permanente compañía para todos y cada uno de los habitantes del Valle de San Juan Bautista, obra construida por artesanos locales con aportes de toda la comunidad. En este hermoso templo, se respira la paz y el amor con el que Jesús nos acompaña en su Santísima Trinidad. Especialmente, en su Sagrario esperando por los cristianos para entregarse y fortalecer la fe del pueblo de Dios.
A este conjunto de bienes espirituales y materiales, podemos incorporar como imágenes, también las obras de arte, para su veneración, más no para adoración la de San Juan Bautista, principal de la Casa pues a su dedicación fue erigido el tempo de Carache, donde destacan también las más importantes que forman parte de la pasión muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo, traídas a Carache en lomo de mulas a principio del siglo pasado, las cuales fueron posteriormente ensambladas en el templo, donadas por la familia Quevedo Viloria y traídas de España, ellas son: El Santo Sepulcro, la Dolorosa y San Juan Evangelista, imágenes de gran valor no solo material sino y más importante , espiritual, el trío de imágenes que conforma el Calvario, entrañables a los caracheros, donde se posan sus miradas para revivir aquellos días santos, días de reflexión ante el máximo acontecimiento expresión de amor y misericordia. Elcarachero.com invita a los habitantes de esta población Valle de San Juan Bautista, a continuar con la profesión de fe y actitud de recogimiento en estos días difíciles para todos, para que en esta semana Santa próxima, todos podamos tener días de recogimiento y disfrute del asueto de Semana Santa, respetando las normas cívicas establecidas por las autoridades civiles militares y eclesiásticas.