Por. Lcda. Elena Hernández
Es increíble que en pleno siglo XXI un carachero viva en una cueva y es el ciudadano Arcadio de Jesús Canelón, quien nació el 2 de abril de 1957 en la comunidad de Los Salvajes, localidad cercana a La Tiama, parroquia Carache, Estado Trujillo, actualmente cuenta con 65 años de edad. Manifestó que ha vivido en varios lugares entre ellos La Morita, Loma de San Juan, Villegas y actualmente, en el Cerro San Juan de Carache, parte alta.
Él vivía anteriormente con una hermana y sobrinos, quienes siempre están pendiente de él, pero decidió mudarse más arriba de esta vivienda debido al carácter que tiene. Manifestó una sobrina que acompañó a la reportera de elcarachero.com hasta el sitio donde vive el ciudadano, que su tío, es muy delicado por eso le gusta vivir solo, sin embrago, siempre lo visitan y están pendiente de su estado.
La cueva la cavó a unos 500 metros aproximadamente arriba de la casa de su hermana Genarina Canelón, en la base de un tronco de un árbol llamado Olivo (Tal como se aprecia en las gráficas), donde le dio forma de cueva para meter el colchón donde duerme, cuenta que iba escarbando con un cuchillo hasta que calculó que cabía el colchón, luego cubrió su alrededor con varas, plásticos, ganchos de plantas, carrizos para cubrirse del sol, lluvia e intemperie. Después en la parte exterior de la misma, acondicionó un espacio para colocar objetos de cocina como tacitas de peltre, plástico, platos, ollas entre otras, que recolectó en el vecindario.
Arcadio Canelón manifestó “después que murió mi mamá me gusta vivir solo aquí estoy muy tranquilo, nadie me molesta, desde hace cuatro años vivo en este sitio donde no me da miedo, tampoco el sol, no me pega la luna y vivo sabroso”. El agua la lleva de donde su hermana en botellas plásticas, es beneficiado con la Bolsa CLAP, él mismo prepara sus alimentos en un fogón que construyó fuera de la cueva. También acondicionó una falda cerca a su cueva y la cultiva de maíz y yuca para ayudar a su sustento, porque es un hombre muy trabajador, también se observa que es muy aseado, mantiene los alrededores limpios, despejados. No tiene servicio de electricidad.
Es un señor muy amable, aparentemente en buen estado de salud mental y física, solo padece de hipoacusia (sordera), o pérdida de audición. Unos vecinos generosos los últimos días le han estado ayudando a agrandar la parte exterior de la cueva, colocándole el techo más alto para que él pueda estarse de pie dentro del mismo, para ello han llevado plásticos y cubierto el techo, pero necesitan de gente de buena voluntad que puedan donar unas dos láminas de zinc para que no se moje cuando llueva.
Se le hace un llamado al gobierno, regional, municipal para que visiten a este ciudadano venezolano y le aporten una ayuda para que pueda vivir sus días en condiciones favorables porque en estas condiciones pueden existir elementos que atenten contra su integridad física debido a que el colchón esta sobre un muro de piedras sitio propicio para el alojamiento de animales ponzoñosos como serpientes, ciempiés, como ya se han encontrado, según manifiestan los vecinos que los frecuentan.
